Fibras Inteligentes
Fibras Inteligentes
Los textiles inteligentes son definidos como aquellos materiales (textiles) que piensan por sí
mismo; esto se logra a través de la incorporación de dispositivos electrónicos o productos
químicos de tecnología avanzada. Alguno de ellos ya se está empleando actualmente, en
ciertos tipos de ropa, ya sea para deportes, ocio, seguridad, protección, etc. Este tipo de textil
inteligente está constituyendo la próxima generación de tejidos y prendas que se producirán
gracias a su funcionalidad y no a su diseño. El concepto de las fibras textiles deriva de las
técnicas de reordenación molecular que ya existen en biología o nanotecnología para lograr
que un conjunto de elementos se alineen de una determinada forma al aplicarles un tipo de
energía (calor, luz, electricidad) o aplicar cambios químicos. Es decir, que estos desarrollos
abren la posibilidad de fabricar materiales y máquinas a partir del reordenamiento de átomos y
moléculas. Generando numerosos avances para muchas industrias, además de nuevos
materiales con propiedades extraordinarias, como por ejemplo: materiales más fuertes pero
con menos peso, nuevas aplicaciones informáticas con componentes más rápidos o sensores
moleculares capaces de detectar y destruir células cancerígenas, en las partes más delicadas
del cuerpo humano, como el cerebro, entre otras muchas aplicaciones
¿En que consisten las telas inteligentes?
En estos momentos en diversos países del mundo, ya existen telas inteligentes, capaces de
detectar anomalías en el cuerpo de una persona, como por ejemplo, los pijamas inteligentes
que detectan fiebre en un niño. Y trajes especiales capaces de aislar las temperaturas más
extremas del planeta los -50 grados y solo desintegrarse a los 3000 grados. Las ropas con
placas solares, también de algún modo son telas inteligentes, ya que son capaces de amoldar
la temperatura de la tela al cuerpo humano, estas ropas, se pueden lavar y planchar como
cualquier ropa convencional que tenemos, y a la vez nos permiten captar energía y
almacenarla en la pila que, a su vez, también se "textiliza", es decir tomar la forma de la ropa o
adaptarse para que no moleste. Otros de los avances en cuestion de los textiles con
inteligencia programada, son las cintas elásticas, usadas en el ámbito sanitario, capaces de
transmitir calor de forma controlada, o asientos de automóviles realizados con telas con
calefacción, son proyectos que tienen en marcha los centros tecnológicos y que aseguran que
las aplicaciones de estos materiales, en los que convergen por igual tecnología y textil, son
realmente infinitas.
Todas estas telas inteligentes, aplicadas al campo de la vida diaria, darán como resultado,
grandes beneficios, tendientes al mejoramiento de la calidad de vida de las personas, en un
futuro próximo. El secreto de este tipo de telas, es el hecho de que pueden pensar por sí solas,
estas telas o tejidos, utilizan fibras especiales para ello, llamadas biométricas, y textiles que
integran redes de área personal, biotecnología, y nanotecnología. Esta ropa posee censores
que captan la información para decidir la activación o no de cada función, como por ejemplo en
el caso de las graduaciones de las temperaturas, luminosidad, absorción de sudor, y control del
peso, pulso, y ritmo cardíaco..
Hoy estas telas ajustan colores, tallas, temperaturas corporales, estados de ánimo, además
combaten el estrés, inducen al sueño, protegen contra los rayos ultravioletas, proporcionan
aislamiento térmico, perfuman, destruyen microorganismos y por lo tanto el mal olor que
causan estos males. En los más importantes centros tecnológicos, que trabajan en el sector
textil inteligente, se están haciendo estudios sobre las consecuencias, si las habría de las telas
inteligentes, con algún dispositivo, en el cuerpo humano, y cómo podría afectar la vida de las
personas, que por alguna razón no puedan usarlas.
La ingeniería textil y el diseño permiten crear artículos tecnológicamente avanzados sin perder
de vista los requerimientos textiles que toda prenda o tejido debe poseer. Es así como surgen
los textiles inteligentes y funcionales, para ofrecen a las empresas la posibilidad de cubrir
nuevos nichos de mercados.
Los ejemplos más claros de esta tecnología son los sensores y biosensores textiles
desarrollados para la medición de parámetros fisiológicos como: electrocardiograma, pulso
cardíaco, respiración o parámetros físicos como presión, volumen o incluso la presencia.
Estos tejidos aprovechan fenómenos físicos, principalmente eléctricos, que una vez captados,
enviados y procesados pueden aportar los datos requeridos.
Con este comportamiento existen diferentes tipologías:
Termoactivas: textiles que reaccionan al calor cambiando de color, conductividad o forma.
Fotoactivas: textiles que por acción de la luz pueden cambiar de color o almacenar la energía
para emitirla posteriormente.
Electroactivas: éstos, quizás, son los más interesantes ya que pueden variar su color, emitir
luz, cambiar de forma o aumentar su temperatura con el paso de una corriente eléctrica a
través de ellos.
Bioactivas: fibras que poseen propiedades beneficiosas para la salud debido a la materia que
las compone, como por ejemplo, fibras biocidas, hidratantes, dermoprotectoras, aislantes, etc.
Comentarios
Publicar un comentario